Grábame como un sello en tu brazo,
como un sello en tu corazón,
porque es fuerte el amor como la muerte,
es cruel la pasión como el abismo;
es centella de fuego, llamarada divina;
las aguas torrenciales no podrán apagar el amor
ni anegarlo los ríos.
Si alguien quisiera comprar el amor
con todas las riquezas de su casa,
sólo conseguiría desprecio.
Lecturas de Hoy
- Readings for the Martes de la XXIV semana del Tiempo ordinario
Memorial Opcional de santa Hildegarda de Bingen, virgen y doctora de la Iglesia
Lectionary: 641A
Reading 1
Salmo Responsorial
R. Escúchame, hija, mira, y presta oído.
O bien:
R. ¡Ya viene el esposo! ¡Salgan al encuentro de Cristo, el Señor!
Escucha, hija, mía, y presto oído,
olvida tu nación y tu familia:
prendado está el rey de tu hermosura,
ante él, que es tu Señor, la frente inclina. R.
R. Escúchame, hija, mira, y presta oído.
O bien:
R. ¡Ya viene el esposo! ¡Salgan al encuentro de Cristo, el Señor!
Revestida de oro y de brocados,
majestuosa penetra la princesa;
la llevan ante el rey,
y un grupo de doncellas va tras ella. R.
R. Escúchame, hija, mira, y presta oído.
O bien:
R. ¡Ya viene el esposo! ¡Salgan al encuentro de Cristo, el Señor!
En gozoso cortejo
del palacio del rey cruzan las puertas.
A cambio de tus padres tendrás hijos,
que príncipes harás sobre la tierra. R.
R. Escúchame, hija, mira, y presta oído.
O bien:
R. ¡Ya viene el esposo! ¡Salgan al encuentro de Cristo, el Señor!
Aclamación antes del Evangelio
R. Aleluya, aleluya.
Dichosos los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios, dice el Señor.
R. Aleluya.
Evangelio
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “El Reino de los cielos es semejante a diez jóvenes, que tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó un grito: ‘¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!’ Se levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras: ‘Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando’. Las previsoras les contestaron: ‘No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan mejor a donde lo venden y cómprenlo’.
Mientras aquéllas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y dijeron: ‘Señor, señor, ábrenos’. Pero él les respondió: ‘Yo les aseguro que no las conozco’.
Por eso, estén preparados, porque no saben ni el día ni la hora’’.
Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.