Lecturas de Hoy

Memoria Opcional de Santa Faustina Kowalska, virgen

Lectionary: 651B

Común de vírgenes o de santos [por los religiosos]

Primera Lectura

Ef 3, 14-19

Hermanos: Me arrodillo ante el Padre, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, para que, conforme a los tesoros de su bondad, les conceda que su Espíritu los fortalezca interiormente y que Cristo habite por la fe en sus corazones.

Así, arraigados y cimentados en el amor, podrán comprender con todo el pueblo de Dios, la anchura y la longitud, la altura y la profundidad del amor de Cristo, y experimentar ese amor que sobrepasa todo conocimiento humano, para que así queden ustedes colmados con la plenitud misma de Dios.

Salmo Responsorial

Del Salmo 102

R. (1a) Bendice al Señor, alma mía.
Bendice al Señor, alma mía,
y todo lo que soy, su santo nombre.
Bendice al Señor, alma mía,
y no eches al olvido sus favores.
Bendice al Señor, alma mía.
Pues el Señor perdona tus pecados
y tus dolencias cura;
él rescata tu vida del sepulcro
y te colma de amor y de ternura.
Bendice al Señor, alma mía.
El Señor es clemente y bondadoso,
lento al enojo. Pronto a la indulgencia;
no está siempre acusando
ni su rencor por siglos alimenta.
Bendice al Señor, alma mía.
Como un padre amoroso con su hijo
así es tierno el Señor con quien lo quiere;
pues sabe bien de lo que estamos hechos
y no olvida que somos barro débil.
R. Bendice al Señor, alma mía.
El amor del Señor
por siempre permanece,
y su justicia llega hasta los hijos
y a la generación siguiente
de los hombres que cumplen con su alianza
y sus leyes recitan y obedecen.
R. Bendice al Señor, alma mía.

 

Aclamación antes del Evangelio

MT 11, 28

R. Aleluya, aleluya.

Venga a mí todos los que están fatigados,
y agobiados por la carga,
y yo los aliviaré, dice el Señor.

R. Aleluya.

Evangelio

MT 11, 25-30

En aquel tiempo, Jesús exclamó: “¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien.

El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el Padre; nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera’’

Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.