Lecturas de Hoy

Memoria opcional de San Eusebio de Vercelli, obispo

Lectionary: 611

Común de pastores.

Primera Lectura

1 Jn  5, 1-5

Queridos hermanos: Todo el que cree que Jesús es el Mesías, ha nacido de Dios; todo el que ama a un padre, ama también a los hijos de éste. Conocemos que amamos a los hijos de Dios en que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos, pues el amor de Dios consiste en que cumplamos sus preceptos. Y sus mandamientos no son pesados, porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y nuestra fe es la que nos ha dado la victoria sobre el mundo. Porque, ¿quién es el que vence al mundo? Sólo el que cree que Jesús es el Hijo de Dios.

Salmo Responsorial

Del Salmo 88

R. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Cantaré eternamente 
del Señor las bondades
y anunciará mi boca tu lealtad 
por todas las edades.
Pues el Señor ha dicho:
“Mi amor es un amor eterno
y mi fidelidad, 
más firme que los cielos”. 
R. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Una alianza pacté con mi elegido,
a mi siervo David, yo le he jurado:
“Perpetuaré ti descendencia
y afirmaré para siempre ti reinado”.
R. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Hallé a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado
a fin de que mi mano lo sostenga 
y lo revista de valor, mi brazo. 
R. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Su poder en mi nombre crecerá,
Mi amor y mi lealtad serán su escolta.
El me podrá decir: “Tú eres mi Padre,
mi Dios, mi roca salvadora”. 
R. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Mt 5, 3

R. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los cielos.
R. Aleluya.
 

Evangelio

Mt 5, 1-12

En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles, hablándoles así:

“Dichosos los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos los que lloran,
porque serán consolados.
Dichosos los sufridos,
porque heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia,
porque serán saciados.
Dichosos los misericordiosos,
porque obtendrán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón,
porque verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz,
porque se les llamará hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los cielos.

Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos”.

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