Lecturas de Hoy
Memoria de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María
Lectionary: 606
Primera Lectura
Hagamos el elogio de aquellos hombres ilustres,
que fueron nuestros padres.
Ellos fueron misericordiosos
y sus obras no se han olvidado.
Se perpetúan en sus descendientes
y éstos son la rica herencia que han dejado.
Sus hijos siguen fieles a la alianza
y sus nietos también, gracias a ellos.
Su gloria jamás se extinguirá.
Sus cuerpos fueron sepultados en paz
y su nombre durará eternamente.
Que proclamen los pueblos su sabiduría
y los alabe dignamente la asamblea.
Salmo Responsorial
R. Dios le dará el trono de David, su padre.
El Señor, que jamás va a retractarse,
le ha jurado a David esta promesa:
“Pondré sobre tu trono,
a uno de tu propia descendencia”.
R. Dios le dará el trono de David, su padre.
Esto es así, porque el Señor
ha preferido a Sión como morada:
“Aquí está mi reposo para siempre;
porque así me agradó, será mi casa”.
R. Dios le dará el trono de David, su padre.
“Haré que brote un vástago a David
y encenderé una lámpara a mi ungido;
pondré sobre su frente mi diadema;
de afrentas llenaré a sus enemigos”.
R. Dios le dará el trono de David, su padre.
Aclamación antes del Evangelio
R. Aleluya, aleluya.
Aguardaban el consuelo de Israel
y el Espíritu Santo moraba en ellos.
R. Aleluya.
Evangelio
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Dichosos ustedes, porque sus ojos ven y sus oídos oyen. Yo les aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron”.