Lecturas de Hoy

Memoria de San Ambrosio, obispo y doctor de la Iglesia

Lectionary: 182

Primera Lectura

Is 40, 1-11

“Consuelen, consuelen a mi pueblo,
dice nuestro Dios.
Hablen al corazón de Jerusalén
y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre
y que ya ha satisfecho por sus iniquidades,
porque ya ha recibido de manos del Señor
castigo doble por todos sus pecados”.

Una voz clama:
“Preparen el camino del Señor en el desierto,
construyan en el páramo
una calzada para nuestro Dios.
Que todo valle se eleve,
que todo monte y colina se rebajen;
que lo torcido se enderece y lo escabroso se allane.
Entonces se revelará la gloria del Señor
y todos los hombres la verán”.
Así ha hablado la boca del Señor.

Una voz dice: “¡Griten!”,
y yo le respondo: “¿Qué debo gritar?”
“Todo hombre es como la hierba
y su grandeza es como flor del campo.
Se seca la hierba y la flor se marchita,
pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre”.

Sube a lo alto del monte,
mensajero de buenas nuevas para Sión;
alza con fuerza la voz,
tú que anuncias noticias alegres a Jerusalén.
Alza la voz y no temas;
anuncia a los ciudadanos de Judá:

“Aquí está su Dios.
Aquí llega el Señor, lleno de poder,
el que con su brazo lo domina todo.
El premio de su victoria lo acompaña
y sus trofeos lo anteceden.
Como pastor apacentará a su rebaño;
llevará en sus brazos a los corderitos recién nacidos
y atenderá solícito a sus madres”.

Salmo Responsorial

Salmo 95, 1-2. 3 y 10ac. 11-12. 13

R. (cf  Is 40, 9-10)  Ya viene el Señor a renovar el mundo.
Cantemos al Señor un nuevo canto;
que el cante al Señor toda la tierra;
cantemos al Señor y bendigámoslo,
proclamemos su amor día tras día. R.
R. Ya viene el Señor a renovar el mundo.
Su grandeza anunciemos a los pueblos; 
de nación en nación, sus maravillas.
“Reina el Señor”, digamos a los pueblos, 
gobierna a las naciones con justicia. R.
R. Ya viene el Señor a renovar el mundo.
Alégrese los cielos y la tierra,
retumbe el mar y el mundo submarino. 
Salten de gozo el campo y cuanto encierra, 
manifiesten los bosques regocijo. R.
R. Ya viene el Señor a renovar el mundo.
Regocíjese todo ante el Señor, 
porque ya viene a gobernar el orbe. 
Justicia y rectitud serán las normas 
con las que rija a todas las naciones. R.
R. Ya viene el Señor a renovar el mundo.

Aclamación antes del Evangelio

R. Aleluya, aleluya.
Ya está cerca el día del Señor.
Ya viene el Señor a salvarnos.
R. Aleluya.

Evangelio

Mt 18, 12-14

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿acaso no deja las noventa y nueve en los montes, y se va a buscar a la que se le perdió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se le perdieron. De igual modo, el Padre celestial no quiere que se pierda uno solo de estos pequeños”.

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