Lecturas de Hoy
- Readings for the Miércoles de la XXXII semana del Tiempo ordinario
Memoria Opcional de San Alberto Magno, obispo y doctor de la Iglesia
Lectionary: 675
Común de pastores o de doctores de la Iglesia
Lectura I
El que teme al Señor hará siempre el bien
y quien es fiel a la ley obtendrá sabiduría.
Ella le saldrá al encuentro como una madre
y lo recibirá como una esposa recién casada.
Lo nutrirá con el pan de la sensatez
y le dará a beber el agua de la prudencia.
Si se apoya en ella, no vacilará;
si confía en ella, no quedará defraudado.
La sabiduría lo hará destacar entre sus compañeros
y le dará elocuencia en la asamblea.
Lo llenará con un espíritu de inteligencia,
lo revestirá con una túnica de gloria.
Lo colmará de gozo y alegría
y le dará en herencia un nombre perdurable.
Salmo Responsorial
R. Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Sólo cumpliendo todos tus mandatos
puede un joven vivir honestamente. R.
R. Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Con todo el corazón te estoy buscando,
de tu ley no permitas que me aleje. R.
R. Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Guardo tus mandamientos en mi pecho
para nunca ofenderte. R.
R. Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Bendito eres, Señor,
enséñale a tu siervo lo que ordenas. R.
R. Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Todos los mandamientos de tu boca
mis labios enumeran. R.
R. Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Me gozo más cumpliendo tus preceptos,
que teniendo riquezas. R.
R. Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Aclamación antes del Evangelio
R. Aleluya, aleluya.
Abre, Señor, nuestros corazones,
para que comprendamos las palabras de tu Hijo.
R. Aleluya.
Evangelio
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “El Reino de los cielos se parece también a la red que los pescadores echan en el mar y recoge toda clase de peces. Cuando se llena la red, los pescadores la sacan a la playa y se sientan a escoger los pescados; ponen los buenos en canastos y tiran los malos. Lo mismo sucederá al final de los tiempos: vendrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los arrojarán al horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación.
¿Han entendido todo esto?’’ Ellos le contestaron: “Sí”. Entonces él les dijo: “Por eso, todo escriba instruido en las cosas del Reino de los cielos es semejante al padre de familia, que va sacando de su tesoro cosas nuevas y cosas antiguas”.