Lecturas de Hoy

Memoria de San Josafat, obispo y mártir

Lectionary: 674

Común de mártires o de pastores

Primera lectura

Efesios 4, 1-7. 11-13

Hermanos: Yo, Pablo, prisionero por la causa del Señor, los exhorto a que lleven una vida digna del llamamiento que han recibido. Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el espíritu con el vínculo de la paz.

Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como es también sólo una la esperanza del llamamiento que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos y vive en todos.

Cada uno de nosotros ha recibido la gracia en la medida en que Cristo se la ha dado. Él fue quien concedió a unos ser apóstoles; a otros, ser profetas; a otros, ser evangelizadores; a otros, ser pastores y maestros. Y esto, para capacitar a los fieles, a fin de que, desempeñando debidamente su tarea, construyan el cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a estar unidos en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios y lleguemos a ser hombres perfectos, que alcancemos en todas sus dimensiones la plenitud de Cristo.

Salmo Responsorial

Del Salmo 1

R. Dichoso quien ama la ley de Dios.

O bien:

R. Dichoso quien confía en el Señor.

O bien:

R. Los justos florecerán como las palmas en los atrios de la casa del Señor.

Dichoso aquel que no se guía
por mundanos criterios,
que no anda en malos pasos
ni se burla del bueno;
que ama la ley de Dios
y se goza en cumplir sus mandamientos. R.

R. Dichoso quien ama la ley de Dios.

 

O bien:

R. Dichoso quien confía en el Señor.

O bien:

R. Los justos florecerán como las palmas en los atrios de la casa del Señor.

Es como un árbol plantado junto al río,
que da fruto a su tiempo
y nunca se marchita.
En todo tendrá éxito. R.

R. Dichoso quien ama la ley de Dios.

O bien:

R. Dichoso quien confía en el Señor.

O bien:

R. Los justos florecerán como las palmas en los atrios de la casa del Señor.

En cambio los malvados
serán como la paja barrida por el viento.
Porque el Señor protege el camino del justo
y al malo sus caminos acaban por perderlo. R.

R. Dichoso quien ama la ley de Dios.

O bien:

R. Dichoso quien confía en el Señor.

O bien:

R. Los justos florecerán como las palmas en los atrios de la casa del Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Juan 15, 9. 5

R. Aleluya, aleluya.
Permanezcan en mi amor, dice el Señor;
el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.
R. Aleluya.

Evangelio

Juan 17, 20-26

En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: ""Padre, no sólo te pido por mis discípulos, sino también por los que van a creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti somos uno, a fin de que sean uno en nosotros y el mundo crea que tú me has enviado.

Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que su unidad sea perfecta y así el mundo conozca que tú me has enviado y que los amas, como me amas a mí.

Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que me has dado, para que contemplen mi gloria, la que me diste, porque me has amado desde antes de la creación del mundo.

Padre justo, el mundo no te ha conocido; pero yo sí te conozco y éstos han conocido que tú me enviaste. Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que me amas esté en ellos y yo también en ellos''.

Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.