Hermanos: El amor de Cristo nos apremia, al pensar que si uno murió por todos, todos murieron. Cristo murió por todos para que los que viven ya no vivan para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
Por eso nosotros ya no juzgamos a nadie con criterios humanos. Si alguna vez hemos juzgado a Cristo con tales criterios, ahora ya no lo hacemos. El que vive según Cristo es una creatura nueva; para él todo lo viejo ha pasado. Y ya todo es nuevo.
Todo esto proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por medio de Cristo y que nos confirió el ministerio de la reconciliación. Porque, efectivamente, en Cristo, Dios reconcilió al mundo consigo y renunció a tomar en cuenta los pecados de los hombres, y a nosotros nos confió el mensaje de la reconciliación. Por eso, nosotros somos embajadores de Cristo, y por nuestro medio, es como si Dios mismo los exhorta a ustedes. En nombre de Cristo les pedimos que se reconcilien con Dios.
Lecturas de Hoy
- Readings for the Miércoles de la XXIX semana del Tiempo ordinario
Memoria Opcional de San Juan de Capistrano, presbítero
Lectionary: 664
Común de pastores [por los misioneros]
Primera lectura
Salmo Responsorial
R. (cf. 5a) Tú, Señor, eres mi herencia.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio.
Yo siempre he dicho que tú eres mi Señor.
El Señor es la parte que me ha tocado en herencia:
mi vida está en sus manos.
R. Tú, Señor, eres mi herencia.
Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
y con él a mi lado jamás tropezaré.
R. Tú, Señor, eres mi herencia.
Enséñame el camino de la vida,
sáciame de gozo en tu presencia
y de alegría perpetua junto a ti.
R. Tú, Señor, eres mi herencia.
Aclamación antes del Evangelio
R. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor;
el que me sigue tendrá la luz de la vida.
R. Aleluya.
Evangelio
En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, alguien le dijo: ""Te seguiré a dondequiera que vayas"". Jesús le respondió: ""Las zorras tienen madrigueras y los pájaros, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene en dónde reclinar la cabeza"".
A otro, Jesús le dijo: ""Sígueme"". Pero él le respondió: ""Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre"". Jesús le replicó: ""Deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú ve y anuncia el Reino de Dios"".
Otro le dijo: ""Te seguiré, Señor; pero déjame primero despedirme de mi familia"". Jesús le contestó: ""El que empuña el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios"".
Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.