Lecturas de Hoy

Memoria de San Vicente de Paúl, presbítero

Lectionary: 645

Común de pastores [por los misioneros] o de santos [por aquellos que hicieron obras de misericordia].

Lectura I

1 Corintios 1, 26-31


Hermanos: Consideren que entre ustedes, los que han sido llama­dos por Dios, no hay muchos sabios, ni muchos poderosos, ni muchos nobles, según los criterios humanos. Pues Dios ha elegido a los ignorantes de este mundo, para humillar a los sabios; a los débiles del mundo, para avergonzar a los fuertes; a los insignificantes y despreciados del mundo, es decir, a los que no valen nada, para reducir a la nada a los que valen; de manera que nadie pueda presumir delante de Dios.

En efecto, por obra de Dios, ustedes están injertados en Cristo Jesús, a quien Dios hizo nuestra sabiduría, nuestra justicia, nuestra santificación y nuestra redención. Por lo tanto, como dice la Escritura: El que se gloría, que se gloríe en el Señor.
 

Salmo Responsorial

Del Salmo 111

R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien: 
R. Aleluya.
Dichosos los que temen al Señor
y aman de corazón sus mandamientos;
poderosos serán sus descendientes, 
Dios bendice a los hijos de los buenos. R.
R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien: 
R. Aleluya.
Fortuna y bienestar habrá en su casa,
siempre actuarán conforme a la justicia.
Quien es justo, clemente y compasivo, 
como una luz en las tinieblas brilla. R.
R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien: 
R. Aleluya.
Quienes, compadecidos, prestan
y llevan sus negocios rectamente, 
jamás se desviarán,
vivirá su recuerdo para siempre. R.
R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien: 
R. Aleluya.
No temerá malas noticias,
puesto que en el Señor viven confiados.
Firme está y sin temor su corazón,
Pues vencidos verán a sus contrarios. R.
R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien: 
R. Aleluya.
Al pobre dan limosna,
obran siempre conforme a la justicia;
su frente se alzará llena de gloria. R.
R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien: 
R. Aleluya.

Aclamación antes del Evangelio

Juan 10, 14

R. Aleluya, aleluya.
Yo soy el buen pastor, dice el Señor;
yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí.
R. Aleluya.
 

Evangelio

Mateo 9, 35-38

En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando toda enfermedad y dolencia. Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos”.
 

Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.