Esto dice el Señor:
“El ayuno que yo quiero de ti es éste:
que rompas las cadenas injustas
y levantes los yugos opresores;
que liberes a los oprimidos
y rompas todos los yugos;
que compartas tu pan con el hambriento
y abras tu casa al pobre sin techo;
que vistas al desnudo
y no des la espalda a tu propio hermano.
Entonces surgirá tu luz como la aurora
y cicatrizarán de prisa tus heridas;
te abrirá camino la justicia
y la gloria del Señor cerrará tu marcha.
Entonces clamarás al Señor y él te responderá;
lo llamarás y él te dirá: ‘Aquí estoy’.
Cuando renuncies a oprimir a los demás
y destierres de ti el gesto amenazador
y la palabra ofensiva;
cuando compartas tu pan con el hambriento
y sacies la necesidad del humillado,
brillará tu luz en las tinieblas
y tu oscuridad será como el mediodía.
El Señor te dará reposo permanente;
en el desierto saciará tu hambre y dará vigor a tu cuerpo;
serás como un huerto bien regado,
como un manantial cuyas aguas no se agotan”.
Lecturas de Hoy
- Readings for the Memoria de san Pedro Claver, presbítero
Memoria de San Pedro Claver, presbítero
Lectionary: 636A
Común de pastores [por los misioneros]
Primera lectura
Salmo Responsorial
R. Dichoso quien ama la ley de Dios.
O bien:
R. Dichoso quien confía en el Señor.
O bien:
R. Los justos florecerán como las palmas en los atrios de la casa del Señor.
Dichoso aquel que no se guía
por mundanos criterios,
que no anda en malos pasos
ni se burla del bueno;
que ama la ley de Dios
y se goza en cumplir sus mandamientos.
R. Dichoso quien ama la ley de Dios.
O bien:
R. Dichoso quien confía en el Señor.
O bien:
R. Los justos florecerán como las palmas en los atrios de la casa del Señor.
Es como un árbol plantado junto al río,
que da fruto a su tiempo
y nunca se marchita.
En todo tendrá éxito.
R. Dichoso quien ama la ley de Dios.
O bien:
R. Dichoso quien confía en el Señor.
O bien:
R. Los justos florecerán como las palmas en los atrios de la casa del Señor.
En cambio los malvados
serán como la paja barrida por el viento.
Porque el Señor protege el camino del justo
y al malo sus caminos acaban por perderlo.
R. Dichoso quien ama la ley de Dios.
O bien:
R. Dichoso quien confía en el Señor.
O bien:
R. Los justos florecerán como las palmas en los atrios de la casa del Señor.
Aclamación antes del Evangelio
R. Aleluya, aleluya.
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor,
que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.
R. Aleluya.
Evangelio
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer; sediento y me dieron de beber; era forastero y me hospedaron; estuve desnudo y me vistieron; enfermo y me visitaron; encarcelado y fueron a verme’. Los justos le contestarán entonces: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer; sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos; o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?’ Y el rey les dirá: ‘Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’ ”.
Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.