Los que temen al Señor, esperen en su misericordia;
no se alejen de él y no caerán.
Los que temen al Señor, confíen en él,
porque no los dejará sin recompensa.
Los que temen al Señor, esperen sus beneficios,
su misericordia y la felicidad eterna.
Los que temen al Señor, ámenlo
y se iluminará su corazón.
Miren a sus antepasados y comprenderán.
¿Quién confió en el Señor y quedó defraudado?
¿Quién perseveró en su santo temor y fue abandonado?
¿Quién lo invocó y fue desatendido?
El Señor es clemente y misericordioso;
él perdona los pecados y salva en el tiempo de la tribulación.
y es protector de todos los que lo buscan con sinceridad.
Lecturas de Hoy
- Readings for the Miércoles de la XVIII semana del Tiempo ordinario
Memoria opcional de San Cayetano, presbítero
Lectionary: 616
Común de pastores o de santos [por los religiosos]
Primera lectura
Salmo Responsorial
R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien:
R. Aleluya.
Dichosos los que temen al Señor
y aman de corazón sus mandamientos;
poderosos serán sus descendientes,
Dios bendice a los hijos de los buenos. R.
R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien:
R. Aleluya.
Fortuna y bienestar habrá en su casa,
siempre actuarán conforme a la justicia.
Quien es justo, clemente y compasivo,
como una luz en las tinieblas brilla. R.
R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien:
R. Aleluya.
Quienes, compadecidos, prestan
y llevan sus negocios rectamente,
jamás se desviarán,
vivirá su recuerdo para siempre. R.
R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien:
R. Aleluya.
No temerá malas noticias,
puesto que en el Señor viven confiados.
Firme está y sin temor su corazón,
Pues vencidos verán a sus contrarios. R.
R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien:
R. Aleluya.
Al pobre dan limosna,
obran siempre conforme a la justicia;
su frente se alzará llena de gloria. R.
R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien:
R. Aleluya.
Aclamación antes del Evangelio
R. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los cielos.
R. Aleluya.
Evangelio
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ""No temas, rebañito mío, porque tu Padre ha tenido a bien darte el Reino.
Vendan sus bienes y den limosnas. Consíganse unas bolsas que no se destruyan y acumulen en el cielo un tesoro que no se acaba, allá donde no llega el ladrón, ni carcome la polilla. Porque donde está su tesoro, ahí estará su corazón"".
- Readings for the Memoria opcional de San Sixto II, Papa, y compañeros, mártires
Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.