Lecturas de Hoy

Memoria opcional de San Cayetano, presbítero

Lectionary: 616

Común de pastores o de santos [por los religiosos]

Primera lectura

Sirácida 2, 7-13

Los que temen al Señor, esperen en su misericordia;
no se alejen de él y no caerán.
Los que temen al Señor, confíen en él,
porque no los dejará sin recompensa.
Los que temen al Señor, esperen sus beneficios,
su misericordia y la felicidad eterna.
Los que temen al Señor, ámenlo
y se iluminará su corazón.

Miren a sus antepasados y comprenderán.
¿Quién confió en el Señor y quedó defraudado?
¿Quién perseveró en su santo temor y fue abandonado?
¿Quién lo invocó y fue desatendido?
El Señor es clemente y misericordioso;
él perdona los pecados y salva en el tiempo de la tribulación.
y es protector de todos los que lo buscan con sinceridad.

Salmo Responsorial

Del Salmo 111

R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien: 
R. Aleluya.
Dichosos los que temen al Señor
y aman de corazón sus mandamientos;
poderosos serán sus descendientes, 
Dios bendice a los hijos de los buenos. R.
R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien: 
R. Aleluya.
Fortuna y bienestar habrá en su casa,
siempre actuarán conforme a la justicia.
Quien es justo, clemente y compasivo, 
como una luz en las tinieblas brilla. R.
R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien: 
R. Aleluya.
Quienes, compadecidos, prestan
y llevan sus negocios rectamente, 
jamás se desviarán,
vivirá su recuerdo para siempre. R.
R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien: 
R. Aleluya.
No temerá malas noticias,
puesto que en el Señor viven confiados.
Firme está y sin temor su corazón,
Pues vencidos verán a sus contrarios. R.
R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien: 
R. Aleluya.
Al pobre dan limosna,
obran siempre conforme a la justicia;
su frente se alzará llena de gloria. R.
R. Dichosos los que temen al Señor.
O bien: 
R. Aleluya.

Aclamación antes del Evangelio

Mateo 5, 3

R. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los cielos.
R. Aleluya.

Evangelio

Lucas 12, 32-34

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ""No temas, rebañito mío, porque tu Padre ha tenido a bien darte el Reino.

Vendan sus bienes y den limosnas. Consíganse unas bolsas que no se destruyan y acumulen en el cielo un tesoro que no se acaba, allá donde no llega el ladrón, ni carcome la polilla. Porque donde está su tesoro, ahí estará su corazón"".

 

Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.