Lecturas de Hoy

Memoria Opcional de San Cirilo de Alejandria, obispo y doctor de la Iglesia

Lectionary: 588

Común de pastores o de doctores de la Iglesia

Primera lectura

2 Tm 4, 1-5
Querido hermano: En presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos, te pido encarecidamente, por su advenimiento y por su Reino, que anuncies la palabra; insiste a tiempo y a destiempo; convence, reprende y exhorta con toda paciencia y sabiduría.

Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por sus propias pasiones, se rodearán de maestros que les halaguen el oído; se harán sordos a la verdad y sólo escucharán las fábulas.

Tú, en cambio, sé siempre prudente, soporta los sufrimientos, cumple tu trabajo de evangelizador y desempeña a la perfección tu ministerio.

Salmo Responsorial

Del Salmo 88

R. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Cantaré eternamente
del Señor las bondades
y anunciará mi boca tu lealtad
por todas las edades.
Pues el Señor ha dicho:
""Mi amor es un amor eterno
y mi fidelidad,
más firme que los cielos"".
R. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Una alianza pacté con mi elegido,
a mi siervo David, yo le he jurado:
""Perpetuaré tu descendencia
y afirmaré para siempre tu reinado"".
R. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Hallé a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado
a fin de que mi mano lo sostenga
y lo revista de valor, mi brazo.
R. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Su poder en mi nombre crecerá,
Mi amor y mi lealtad serán su escolta.
El me podrá decir: ""Tú eres mi Padre,
mi Dios, mi roca salvadora"".
R. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Mt 5, 16
R. Aleluya, aleluya.
Que brille la luz de ustedes ante los hombres, dice el Señor,
para que, viendo las obras buenas que ustedes hacen,
den gloria a su Padre, que está en los cielos.
R. Aleluya.

Evangelio

Mt 5, 13-19
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ""Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente.

Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero, para que alumbre a todos los de la casa.

Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos.

No crean que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley.

Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos''.

 

Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.