Lecturas de Hoy

Memoria Opcional de San Efrén, diácono y doctor de la Iglesia

Lectionary: 579

                                  Común de doctores de la Iglesia

Primera lectura

Col 3, 12-17
Hermanos: Puesto que Dios los ha elegido a ustedes, los ha consagrado a él y les ha dado su amor, sean compasivos, magnánimos, humildes, afables y pacientes. Sopórtense mutuamente y perdónense cuando tengan quejas contra otro, como el Señor los ha perdonado a ustedes. Y sobre todas estas virtudes, tengan amor, que es el vínculo de la perfecta unión.

Que en sus corazones reine la paz de Cristo, esa paz a la que han sido llamados como miembros de un solo cuerpo. Finalmente, sean agradecidos.

Que la palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. Enséñense y aconséjense unos a otros lo mejor que sepan. Con el corazón lleno de gratitud, alaben a Dios con salmos, himnos y cánticos espirituales, y todo lo que digan y todo lo que hagan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dándole gracias a Dios Padre, por medio de Cristo.

Salmo Responsorial

Salmo 97, 1. 2-3ab. 3cd-4
R. Rectas y sabias son las palabras del justo.
Confía en el Señor, practica el bien
y vivirás tranquilo en esta tierra;
que agradar al Señor sea tu deleite,
y él te dará cuanto deseas.
R. Rectas y sabias son las palabras del justo.
Pon tu vida en los manos del Señor,
en él confía,
y él hará que tu justicia y tu derecho
brillen igual que el sol de mediodía.
R. Rectas y sabias son las palabras del justo.
Rectas y sabias son
las palabras del justo;
pues lleva en su interior la ley de Dios,
sus pasos son seguros.
R. Rectas y sabias son las palabras del justo.

Aclamación antes del Evangelio

Jn 15, 5
R. Aleluya, aleluya.
Yo soy la vid y ustedes los sarmientos;
el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.
R. Aleluya.

Evangelio

Lc 6, 43-45
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No hay árbol bueno que produzca frutos malos, ni árbol malo que produzca frutos buenos. Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen higos de las zarzas, ni se cortan uvas de los espinos.

El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón, pues la boca habla de lo que está lleno el corazón”.

Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.