Lecturas de Hoy

Memoria Opcional de san Gregorio de Narek, abad y doctor de la Iglesia

Lectionary: 536/1

Lectura I

Sab 7, 7-10. 15-16

Supliqué y se me concedió la prudencia;
invoqué y vino sobre mí el espíritu de sabiduría.

La preferí a los cetros y a los tronos,
y en comparación con ella tuve en nada la riqueza.
No se puede comparar con la piedra más preciosa,
porque todo el oro, junto a ella, es un poco de arena
y la plata es como lodo en su presencia.
La tuve en más que la salud y la belleza;
la preferí a la luz,
porque su resplandor nunca se apaga.

Que me conceda Dios saber expresarme
y pensar como conviene a este don,
pues Dios es el autor de la sabiduría,
él es quien les marca su camino a los sabios.

Porque nosotros, con todas nuestras palabras,
y toda clase de sabiduría, de habilidad y de talento
estamos en manos de Dios.
 

Salmo Responsorial

Del Salmo 36

R. Rectas y sabias son las palabras del justo.
Confía en el Señor, practica el bien
y vivirás tranquilo en esta tierra;
que agradar al Señor sea tu deleite,
y él te dará cuanto deseas. R.
R. Rectas y sabias son las palabras del justo.
Pon tu vida en los manos del Señor,
en él confía,
y él hará que tu justicia y tu derecho
brillen igual que el sol de mediodía. R.
R. Rectas y sabias son las palabras del justo.
Rectas y sabias son
las palabras del justo; 
pues lleva en su interior la ley de Dios,
sus pasos son seguros. R.
R. Rectas y sabias son las palabras del justo.

Aclamación antes del Evangelio

Cf Jn 6,63c. 68c

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Tú tienes palabras de vida eterna.
 

Evangelio

Mt 7, 21-29

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No todo el que me diga: ‘¡Señor, Señor!’, entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi Padre, que está en los cielos. Aquel día muchos me dirán: ‘¡Señor, Señor!, ¿no hemos hablado y arrojado demonios en tu nombre y no hemos hecho, en tu nombre, muchos milagros?’ Entonces yo les diré en su cara: ‘Nunca los he conocido. Aléjense de mí, ustedes, los que han hecho el mal’.

El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a un hombre prudente, que edificó su casa sobre roca. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella casa; pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca.

El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, se parece a un hombre imprudente, que edificó su casa sobre arena. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella casa y la arrasaron completamente”.

Cuando Jesús terminó de hablar, la gente quedó asombrada de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
 

Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.