Esto dice el Señor:
"Comparte tu pan con el hambriento,
abre tu casa al pobre sin techo,
viste al desnudo
y no des la espalda a tu propio hermano.
Entonces surgirá tu luz como la aurora
y cicatrizarán de prisa tus heridas;
te abrirá camino la justicia
y la gloria del Señor cerrará tu marcha.
Entonces clamarás al Señor y él te responderá;
lo llamarás y él te dirá: 'Aquí estoy'.
Cuando renuncies a oprimir a los demás
y destierres de ti el gesto amenazador
y la palabra ofensiva;
cuando compartas tu pan con el hambriento
y sacies la necesidad humillado,
brillará tu luz en las tinieblas
y tu oscuridad será como el mediodía''.
Lecturas de Hoy
V Domingo Ordinario
Lectionary: 73
Primera lectura
Is 58, 7-10
Salmo Responsorial
Salmo 111, 4-5. 6-7. 8a y 9
R. (4a) El justo brilla como una luz en las tinieblas.
Quien es justo, clemente y compasivo.
como una luz en las tinieblas brilla.
Quienes, compadecidos, prestan
y llevan su negocio honradamente
jamás se desvairán.
R. El justo brilla como una luz en las tinieblas.
El justo no vacilará;
vivirá su recuerdo para siempre.
No temerá malas noticias,
porque en el Señor vive confiadamente.
R. El justo brilla como una luz en las tinieblas.
Firme está y sin temor s corazón.
Al pobre da limosna,
obra siempre conforme a la justicia;
su frente se alzará llena de gloria.
R. El justo brilla como una luz en las tinieblas.
Quien es justo, clemente y compasivo.
como una luz en las tinieblas brilla.
Quienes, compadecidos, prestan
y llevan su negocio honradamente
jamás se desvairán.
R. El justo brilla como una luz en las tinieblas.
El justo no vacilará;
vivirá su recuerdo para siempre.
No temerá malas noticias,
porque en el Señor vive confiadamente.
R. El justo brilla como una luz en las tinieblas.
Firme está y sin temor s corazón.
Al pobre da limosna,
obra siempre conforme a la justicia;
su frente se alzará llena de gloria.
R. El justo brilla como una luz en las tinieblas.
Segunda lectura
1 Co 2, 1-5
Hermanos: Cuando llegué a la ciudad de ustedes para anunciarles el Evangelio, no busqué hacerlo mediante la elocuencia del lenguaje o la sabiduría humana, sino que resolví no hablarles sino de Jesucristo, más aún, de Jesucristo crucificado.
Me presenté ante ustedes débil y temblando de miedo. Cuando les hablé y les prediqué el Evangelio, no quise convencerlos con palabras de hombre sabio; al contrario, los convencí por medio del Espíritu y del poder de Dios, a fin de que la fe de ustedes dependiera del poder de Dios y no de la sabiduría de los hombres.
Me presenté ante ustedes débil y temblando de miedo. Cuando les hablé y les prediqué el Evangelio, no quise convencerlos con palabras de hombre sabio; al contrario, los convencí por medio del Espíritu y del poder de Dios, a fin de que la fe de ustedes dependiera del poder de Dios y no de la sabiduría de los hombres.
Aclamación antes del Evangelio
Jn 8, 12b
R. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor;
el que me sigue tendrá la luz de la vida.
R. Aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor;
el que me sigue tendrá la luz de la vida.
R. Aleluya.
Evangelio
Mt 5, 13-16
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero, para que alumbre a todos los de la casa.
Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos''.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero, para que alumbre a todos los de la casa.
Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos''.
Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.